X Games en Barcelona


Hace tan solo unos días, Barcelona ha sido elegida para albergar los “X Games”. Los impulsores de la idea, la cadena ESPN, otorga a las sedes elegidas la organización de las competiciones. Las ciudades que albergarán los “X Games” en los próximos años son, además de Barcelona, Los Angeles y Aspen, en los Estados Unidos, Tignes en Francia, Foz de Iguaçu, en Brasil y Munich, en Alemania. El acuerdo con Barcelona es por tres años y constituye una gran oportunidad para que ciudad siga siendo un referente en el mundo del deporte. Lo más noticiable es el ámbito de las disciplinas deportivas consideradas en este tipo de juegos. Los deportes extremos presentan características muy distintas en relación con los deportes olímpicos, que fueron los que lanzaron a la ciudad a la élite mundial a la ciudad de Barcelona en 1992.

Los “X Games”, además, suponen una oportunidad inmejorable para que muchos jóvenes se vean reflejados en la propia concepción de la disciplina deportiva, la presencia del deporte en espacios urbanos, diferentes de los habituales estadios, pabellones y pistas polideportivas. También el propio espectáculo y el desarrollo del juego es novedoso y, es probable, que pueda atraer a un colectivo diferente del habituado a seguir la mayor parte de los deportes mayoritarios y más mediáticos.

Los organizadores han visto en Barcelona un entorno propicio para este tipo de actividad: una ciudad con mucha gente trasladándose y disfrutando de la bicicleta, la moto o el patinete; con mucha gente joven que trata de encontrar nuevos espacios para su desarrollo personal; o la energía, creatividad y profesionalidad que destacaba el alcalde Xavier Trías el día de presentación del acuerdo. El reto personal del deportista está por encima del resultado de la competición en el sentido más usual del término, y esto también supone una circunstancia especial muy deseada en determinados colectivos.

Barcelona ha pensado en el área olímpica de Montjuïc para que sea el lugar de encuentro de la realización de los deportes extremos de estos “X Games” que consisten en disciplinas deportivas diferentes: Surf, Skate, Roller, BMX, Rally, Moto X, en la modalidad de competiciones de verano, Snowboard, Esquí extremo, SnowMobile, en la de invierno. Los nombres de Colin McRae, Tony Hawk, Jimmy Wilson, Matt Hoffman, Dave Mirra, Travis Pastrana, Ken Block, entre otros, empezarán a ser tan populares entre los seguidores del deporte como lo son, en la actualidad, los participantes en los circuitos mundiales del motor, golf o tenis. Un entorno singular para un espectáculo diferente que, además, permite que la práctica se realice cuando el interesado le apetezca, sin tener que involucrar a muchas personas, alquilar instalaciones o enmarcarlo en una competición determinada.

¿Qué le reporta a la ciudad de Barcelona la participación en los “X Games”? La adecuación de espacios e instalaciones en Barcelona supone una inversión económica importante. Los beneficios deben situarse en dos esferas diferentes: la que tiene que ver con el impacto económico, directo e inducido, derivado a las actividades relacionadas con la competición (alojamiento y desplazamiento de los participantes, acompañantes y espectadores, compras diversas, audiencias, ingresos para el tesoro público, etc.) y, sobre todo, la utilidad social que acompaña una competición tan especial como las que tiene que ver con el deporte extremo. Los responsables de la parcela deportiva del ayuntamiento de la ciudad, cifran la inversión inicial en 2 millones de euros y calculan que el impacto económico alcance la cifra los 60 millones de euros, a partir de una estimación de una afluencia de 140.000 personas por año. Conviene reclamar a las autoridades que estos mismos cálculos los actualicen una vez se haya llevado a cabo cada una de las tres ediciones en Barcelona. Es probable, como sucede habitualmente, que las estimaciones exante están sobredimensionadas. Lo importante es que estas cifras han de validarse con la realidad y servir de guía para nuevas apuestas organizativas impulsadas por la ciudad y, sobre todo, centrarse en la utilidad social que va más allá de la compensación económica por la inversión realizada.

La utilidad social se pone de manifiesto en algunos elementos tangibles (como, por ejemplo, la adaptación de instalaciones, la mejora de las mismas para un tipo de práctica deportiva no convencional) y, muy especialmente, en otros intangibles como son la propia regulación de la práctica de algunas de las disciplinas incluidas en los “X Games” (como el patinaje), la percepción que la ciudadanía tendrá de los deportistas (como señala el director general de “X Games”, Chris Stiepock, se pretende que se vea a los participantes como deportistas al más alto nivel que tienen una visión diferente de la vida, más allá del estereotipo de gente “rebelde, tatuada e inconformista”) y, finalmente, un espacio de desarrollo personal para la juventud, tan maltratada hoy en día por la crisis económica que viven por culpa de las generaciones que les precedieron.

Empresas españolas entre Asia y América Latina


EMPRESAS ESPAÑOLAS ENTRE ASIA Y AMÉRICA LATINA

Acaba de salir publicado el libro con los resultados del estudio acerca de “El papel de España en los lazos económicos entre Asia y Lationamérica”. El trabajo, impulsado por Casa Asia (www.casaasia.es) ha sido dirigido por la profesora Lourdes Casanovas, del departamento de Estrategia del INSEAD. Casanovas es colaboradora en el Máster en Negocios Internacionales con Especialización con América Latina, Asia y Europa de la Barcelona School of Management (http://www.barcelonaschoolofmanagement.upf.edu/master-universitario-en-negocios-internacionales-international-business/presentacion) de la Universitat Pompeu Fabra (www.upf.edu) de Barcelona, ha contado con el apoyo y colaboración de investigadores del Observatorio de las Relaciones con América LatinaOrla- (www.orla.upf.edu) de la UPF.

Los cambios en el nuevo orden global así como las relaciones comerciales y de flujos de inversión directa entre Asia y América Latina se analizan en el primer capítulo del estudio en el que se destaca la creciente importancia de ambos aspectos, así como también del refuerzo de los acuerdos comerciales entre países de ambos continentes. China, por el lado asiático, y la terna formada por Brasil, Chile y Perú constituyen los casos destacados. Queda por demostrar de manera contundente si el creciente volumen de las inversiones chinas en la región latinoamericana aporta un beneficio neto, y si la desindustrialización, que inquieta especialmente en Brasil, y la creciente dependencia de las exportaciones de materias primas no pueden convertirse en un serio revés en el medio plazo.

El segundo capítulo del estudio se centra en la revisión de una selección de casos de empresa y que tiene por objeto realizar una reflexión documentada sobre el papel ejercido por España como “puente” entre Asia y América Latina. Las empresas estudiadas pertenecen a tres grupos diferentes según que, respectivamente, se trate de empresas españolas –multinacionales, o no; grandes y también algunas pequeñas empresas- (Alfa Hogar, BBVA, Farmaegara, Ficosa, Garrigues, Torres, Port de Barcelona, Repsol y Telefónica), una empresa asiática (Singapore Airlines) y otra latinoamericana (CEMEX). En el estudio de los casos se constata que, de una forma u otra, las empresas han constituido algún tipo de alianza de tipo triangular (o a tres bandas), de tal manera que una de las empresas participantes en el proyecto ha tomado la función de puente para favorecer las relaciones entres las empresas de los otros dos continentes.

En un estudio previo, Soler (2007) identificaba cinco tipos de triangularización: los de tipo cultural, comercial, fiscal, logístico y empresarial, concluyendo de la revisión de algunos casos referidos a la década anterior, que las empresas españolas han participado fundamentalmente como puentes empresariales y logísticos. En el estudio de Casanovas y otros, los puentes identificados se definen como de tipo comercial apoyados en acuerdos empresariales, de tipo financiero, logístico, de transferencia de conocimiento y empresariales. Los objetivos de cada uno de estos tipos de puentes difieren puesto que atienden a argumentos basados en elementos de costes y eficiencia (en el caso de los puentes de tipos comercial y logístico), el descubrimiento, conocimiento y acompañamiento en nuevos mercados (en los puentes comerciales, empresariales y de transferencia de conocimiento), de búsqueda de formas de acceso a capital y recursos naturales (en el puente de tipo financiero) y de generación de ingresos (en los puentes financieros, empresariales y de conocimiento).

Resulta interesante destacar que, entre las fórmulas de los puentes comerciales con apoyo empresarial, se identifican operaciones que implican tanto la integración vertical de funciones (Telefónica con Huei y ZTE; Farmaegara con proveedores de India y China o, por otro lado, Torres con cooperativas en el continente americano) como, en otros casos, su distribución horizontal, como sucede en el caso de BBVA y CTIC. También se identifican, por los autores del trabajo, acuerdos en los que la cadena de valor va en el sentido de abajo hacia arriba (Ficosa con empresas del sector del automóvil en Japón), como a la inversa. Entre los acuerdos financieros se señalan algunos en los que hubo adquisición de empresas (REPSOL-YPF y SINOPEC) como otros en los que el acuerdo es de cooperación empresarial (BBVA y JBIC y entre BBBVA y China Development Bank).

Los puentes de tipo logístico implican, a su vez, acuerdos con instituciones públicas de tipo municipal, regional o nacional, que dan su apoyo a las iniciativas privadas. Este es el caso del Port de Barcelona y de las propuestas estratégicas de Singapore Airlines. En ambos casos, además, la existencia de referentes logísticos ayuda el refuerzo y consolidación de las marcas geográficas y, especialmente, la marca ciudad como sucede en el caso de la ciudad de Barcelona.  La labor estratégica de Barcelona, que arranca con fuerza después de la organización de los JJOO de 1992, la consolida como un referente en el mundo del deporte, a lo que se añaden luego algunos hitos en manifestaciones feriales relacionadas con el sector de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.

Además, la ciudad aspira a albergar la sede corporativa de algunas empresas latinomericanas (Santiso, 2010),  reforzar su apuesta en determinados ámbitos del conocimiento (a través de los parques tecnológicos y de investigación, entre los que debe señalarse también –a pesar de que no se cita en el estudio- el Parc de Recerca Biomédica de Barcelona (PRBB) (impulsado por la Generalitat de Catalunya, Ajuntament de Barcelona y la Universitat Pompeu Fabra: www.prbb.org), además del Parc de Recerca de la UB y Esade-Creapolis; el turismo, las energías renovables, las infraestructuras y los intercambios de personas en el ámbito del conocimiento. En este apartado, entre otros, se menciona la existencia del Máster en Negocios Internacionales con Especialización con América Latina, Asia y Europa de la Barcelona School of Management de la UPF, con una trayectoria de más de 15 años de experiencia por el que han pasado más de 500 profesionales de casi una veintena de países diferentes de procedencia europea, latinoamericana y asiática.

El estudio concluye con un capítulo final de recomendaciones y un apartado de tipo legal y fiscal. Entre las recomendaciones derivadas del estudio destacamos las siguientes: la experiencia de las empresas españolas que han operado recientemente en América Latina debe servirles para operar con mayores garantías de éxito en el continente asiático; el acceso a los mercados debe considerarse por parte de las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, un argumento en su afán de internacionalización de una importancia similar a las ventajas en costes; los avances en innovación en la producción de muchas empresas asiáticas es una oportunidad para las empresas que, luego, lo pueden explotar en sus relaciones comerciales con los países latinoamericanos; también es interesante el conjunto de oportunidades que surgen en el sector de los servicios y en el acceso a los recursos financieros; el sector público ofrece un panorama no menos alentador para este juego triangular de las empresas españolas, puesto que tanto en el ámbito del movimiento de personas (ya sea como turistas o como capital humano cualificado), de la atracción logística y como hub de comunicaciones y de conocimiento, merece la pena explotar las posibilidades de la ciudad de Barcelona como centro de atracción en diversos ámbitos y sectores.


La situación económica y financiera del fútbol profesional

La situación económica y financiera del fútbol profesional

Los analistas coincidieron en su momento en señalar que el modelo del deporte profesional, y del fútbol en particular, había cambiado con la llegada de la televisión y otras nuevas tecnologías que facilitan la comunicación y la información. Una simple ojeada a la estructura de los ingresos de los clubes más destacados en el panorama internacional nos proporciona la pista inequívoca de estos cambios. El porcentaje de los ingresos que proviene de las taquillas y otros usos de las instalaciones donde se realiza la práctica deportiva ha perdido peso en el volumen de facturación de los clubes a lo largo de las dos últimas décadas. Las partidas correspondientes a los ingresos por patrocinio y derechos de televisión has ganado terreno en detrimento de los ingresos derivados del espectáculo en directo.

El panorama por el que atraviesan las economías de la mayoría de los países occidentales ha modificado sustancialmente las posibilidades de apoyo por parte de los patrocinadores de la mayor parte de los clubes de fútbol en Europa, lo que se ha puesto de relieve de manera muy acentuada en la Liga BBVA en los dos últimos ejercicios. La fuente de los ingresos por el patrocinio se ha ido secando de forma acentuada y, en la actualidad, son minoría los clubes que gozan todavía de sustanciosos aportes de las empresas patrocinadoras, descontado el efecto de los suministradores de ropa y calzado deportivo. Este, entre otros factores, hace que saldar las cuentas de manera financieramente saludable sea una tarea al alcance de unos pocos. Las deudas de los clubes españoles a la Agencia Tributaria española alcanzan la cifra de los 752 millones de euros (490 entre los 20 equipos de la Liga BBVA, 184 millones de los 22 de la Liga Adelante y 78 millones entre el resto de equipos profesionales), según estimaciones del gobierno, amén de otros 10 millones de deudas pendientes con la seguridad social y una cifra difícil de estimar de deuda con empresas y entidades públicas. La cifra de la deuda, además, ha crecido en los últimos cuatro años cerca de 150 millones de euros. La sostenibilidad del negocio del fútbol profesional queda en entredicho y abre un panorama de dudosa supervivencia en las condiciones actuales y en la aparente abundancia en la que los clubes han vivido en los últimos años.

Sin embargo, el negocio del fútbol nos sorprende con oportunidades diferentes, lo que es un síntoma de vigencia de su atractivo para los agentes económicos. Los fondos de inversión en deportistas de élite no constituyen una aportación novedosa por mucho que ahora parece que es la moda que llega al panorama futbolístico internacional. La venta de los derechos económicos de muchos jugadores del continente americano, y especialmente de los países del cono sur –Argentina, Brasil, Uruguay y, en menor medida, Chile- es un negocio que pervive desde hace ya algún tiempo. Las entidades que regulan el fútbol internacional como, por ejemplo, la UEFA, ve con recelo la aparición en Europa de estos nuevos operadores que aspiran a ofrecer suculentas rentabilidades a los inversores. Los fondos de inversión van proliferando como flores en primavera atrayendo en interés de inversores, que ven como los rendimientos en los mercados de capitales no alcanzan las promesas derivadas de colocar dinero en este peculiar tipo de activos, los derechos de los jugadores, y además les sitúa en un lugar privilegiado de la información relativa de los traspasos (que supone, por otro lado, un intangible con un cierto reconocimiento social en determinadas esferas de la sociedad).

Los intereses de los reguladores, de las ligas profesionales, de los clubes, de los representantes de los jugadores, de los propios deportistas, de los inversores en este tipo de fondos y de entidades financieras, compiten entre sí. Se trata de un tipo de competición desigual: la FIFA y la UEFA aspiran a defender los deseos de los clubes en el sentido de otorgarles una posición predominante en la toma de la decisión final acerca de la continuidad de un jugador en su plantilla o en las adquisiciones. Algunas ligas, como la Premier League, prohíben la existencia de estos fondos, mientras que en otros países, como es el caso de España y Portugal, empiezan a ser habituales y se arropan en oficinas gestoras de reconocidas entidades financieras. Los representantes opinan de forma diversa, según les ha ido la película con sus primeras experiencias, mientras que los jugadores, especialmente los que comienzan sus carreras profesionales, quedan fácilmente deslumbrados por las condiciones especiales de sus contratos en el corto plazo.

Junto a las posibilidades que ofrece la presencia de las marcas de los clubes y de los deportistas en las redes sociales, estas dos fuentes de generación de beneficios constituyen los dos elementos que, en mi opinión, pueden alterar de manera más importante la relativa estabilidad de los tres ingredientes de los ingresos de los clubes de fútbol en Europa desde la consolidación de la presencia de la televisión en los estadios.

Privatizar o no privatizar: esta no es la cuestión

Hace unos días, Daniel Faura -Presidente del Colegio de Censores Jurados de Cuentas de Cataluña, publicó un artículo en el suplemento Dinero de La Vanguardia, del que adjunto una copia escaneada.

El articulista, en un ejercicio pedagógico excelente, pone de manifiesto cuáles son las consideraciones relevantes en la decisión de privatizar algunos servicios públicos o empresas con presencia de las entidades públicas, ya sea en su propiedad o en su gestión: El traspaso de las responsabilidades últimas del servicio traspasado, la responsabilidad financiera derivada, entre otros.

Creo que tachar a las entidades públicas de ineficientes sin más, es una afirmación demasiado tajante sin argumentos sólidos que la sostengan. Deberíamos abogar por un análisis riguroso en cada situación en la que se plantea esta disyuntiva, para lo cual se necesitan datos e informaciones que permitan la toma de decisiones acertadas.

Me remito a una frase del autor hacia el final de su artículo, cuando afirma que "la finalidad última (de la decisión de privatizar, o no) debería ser la promoción del crecimiento económico del país a través de la reestructuración y organización de los servicios, aprovechando la experiencia de los agentes privados". Me permito añadir a esta afirmación lo siguiente: estableciendo la decisión con un objetivo de corto pero también de medio y largo plazo y aprovechando también la experiencia acumulada por gestores en la administración pública.



La inversión española en el exterior: una visión cualitativa de la situación


El Club de Exportadores e Inversores, en colaboración con el Icex e Iberglobal, ha hecho pública una nueva versión del Índice de valoración de la Inversión Española en el Exterior (IVIEE). En ala séptima edición de esta publicación se observa cómo la crisis económica afecta las expectativas y las decisiones de inversión de las empresas españolas. En efecto, la debilidad de la demanda interna hace virar el punto de mira de muchas empresas hacia el exterior. Las empresas con larga tradición exportadora y sólida presencia en el exterior han redoblado esfuerzos para que dichas inversiones les sean más provechosas y, en muchos casos, resuelvan el saldo final del ejercicio contable. Las empresas con menor experiencia exterior han visto en los mercados alejados del país una válvula de escape que, a pesar de los riesgos de la lejanía, una posibilidad real para asegurar el crecimiento y la supervivencia.

El estudio de la valoración de la inversión española en el exterior mantiene, con ligeros cambios, la metodología empleada en las ediciones anteriores. Los datos ahora publicados corresponden a las encuetas realizadas en la primavera del 2011, es decir, antes de que se vislumbrara la situación de recesión en la que está entando nuestra economía. El IVIEE es el agregado de cuatro índices básicos que reflejan, respectivamente, la valoración que las empresas encuestadas hacen de los factores políticos, económicos, jurídicos y de éxito. El peso de cada uno de estos factores en el índice final es, respectivamente, del 25, 30, 25 y 20%. Cada uno de estos factores está, a su vez, compuesto de distintos elementos que los empresarios encuestados valoran en la encuesta. El factor económico, por ejemplo, es la resultante de las valoraciones efectuadas de los aspectos fiscales, la estabilidad macroeconómica, el tipo de cambio, las infraestructuras, el sistema financiero, la estabilidad social, el intervencionismo en los mercados y la apertura al exterior de cada uno de los 23 países seleccionados. El índice básico de los factores de éxito evalúa el coste de los factores de producción, la rentabilidad esperada, el coste de la mano de obra, los costes de los ejecutivos locales y de los expatriados. En la encuesta realizada en el 2011 solamente se han evaluado los factores básicos agregados en lugar de, como venía siendo habitual en encuestas anteriores, todos los aspectos que los componen.

El valor del IVIEE alcanza el valor 5,93 en el año 2011, lo que supone un fuerte aumento en relación al año 2010 en el que el valor de dicho índice fue de 5,74. Los años 2007 y 2008, el valor del índice de referencia fue, respectivamente igual a 5,72 y 5,70. El incremento observado entre 2010 y 2011 se debe, fundamentalmente a la mayor apreciación, por parte de los empresarios consultados, de los aspectos de tipo económico en el exterior. Buena parte de este cambio en la valoración puede atribuirse a la comparación entre la situación doméstica y la que se vive en muchos países del mundo. El índice de valoración de los factores económicos toma el valor 6,17, lo que supone casi medio punto más en relación con el valor que presentaba en el 2010 (5,71). Las diferencias en los valores de los otros tres factores básicos son siempre positivas, en relación con el 2010, aunque de menor magnitud: el índice representativo de la valoración de los factores políticos pasa de 5,83, en el 2010, a 5,92, en el 2011; el de valoración de los factores jurídicos de 5,61 a 5,64 y, finalmente, el de los factores de éxito aumenta 0,22 puntos al pasar de 5,80 a 6,02.

Resulta interesante también evaluar la distribución geográfica de las valoraciones de los empresarios encuestados. Hay 13 países que, en opinión de los empresarios encuestados, muestran un mayor atractivo para la inversión en el 2011 en relación con el año anterior. Se trata, por orden de Mayor a menor valoración en la escala utilizada, de Canadá, Estados Unidos, Chile, Brasil, Turquía, Rusia, Colombia, Perú, la Unión Europea (que en el estudio se evalúa como un todo), India, China, Indonesia y Malasia. Destaca en este panorama la presencia de un bloque de 3 países latinoamericanos, junto a las grandes potencias del continente americano, los países BRIC (entre los que aparece Brasil) y los países del sudeste asiático y Turquía.

Las dificultades para obtener vías de financiación, como las que hubo en el pasado más reciente, provocarán dos efectos que incidirán en las decisiones de inversión de las empresas españolas, así como de las de muchos países de la órbita europea, en favor de los países emergentes, con un resultado que apunta hacia una limitación a su presencia exterior. Se trata, en primer lugar, del apalancamiento de las operaciones exteriores. En el informe al que hacemos referencia se destaca que “una de las características específicas del proceso de internacionalización a través de la inversión en el exterior de las empresas españolas es que éste se ha apoyado en un alto grado de apalancamiento, esto es, de financiación de dichos procesos mediante el recurso a la deuda”. Las dificultades para obtener vías de financiación, como las que hubo en el pasado más reciente, provocarán seguramente una limitación a la presencia exterior de las empresas españolas, así como de las de muchos países de la órbita europea., a favor de los países emergentes. En segundo lugar, es probable que se reduzcan las necesidades de asegurar la independencia de las empresas. En este sentido, otro aspecto que destacan los autores del informe es que “parte de los flujos de la inversión española en el exterior se han fundamentado en estrategias de ganancia de tamaño de las empresas, desarrolladas en el marco de movimientos de defensa contra adquisiciones (takeover) por parte de otras empresas”.

Chile y Brasil, entre los países latinoamericanos, son los mejor valorados por las empresas que han participado en el estudio, situándose de forma consolidada entre los países preferidos por los inversores españoles. Perú avanza posiciones en el ranking de países de forma decidida y lo mismo que sucede con Colombia. Los factores económicos constituyen el argumento más bien valorado en dichos países y es la fuente de su mejoría en la tabla de preferencias de los inversores. Venezuela, Bolivia y Argentina, por el contrario se colocan en el grupo de los países con peores puntuaciones.

El informe completo, así como una presentación gráfica del mismo puede consultarse en http://www.clubexportadores.org/. En dicho lugar se puede acceder a la información con el detalle de las valoraciones para cada uno de los 23 países seleccionados en la muestra. Para cada uno de los cuatro factores, político, económico, jurídico y de éxito, los resultados permiten efectuar un doble tipo de análisis, uno de tipo transversal, es decir país a país, y otro de naturaleza dinámica, al comparar los valores de los índices básicos y del agregado (IVIEE) para un mismo país a lo largo del tiempo.

Blaving


Hablar a través de la red

El uso masivo de las redes sociales a través de mensajes de texto conduce a derivar buena parte de la expresión oral habitual hacia la de tipo escrito. Cuando se hace un uso estricto de las normas gramaticales es posible que la riqueza de lenguaje vaya en aumento. El sonido estaba, hasta la fecha, limitado a los tonos (toing). Sin embargo la expresión oral puede recuperarse con la aparición del blaving (‘blavear’, derivado del tan manejado bla, bla, bla, de los comics y manera usual de referirse a quienes están charlando de forma incesante). Sus creadores (PMovil, bajo la presidencia del argentino Fabián de la Rúa, pero lanzado hace apenas unos diez meses en Sao Paulo, en Brasil) imaginan que los internautas, mediante esta forma de expresión, puedan grabar piezas de audio para compartirlos en la red. Se estima que después del éxito obtenido en América Latina (150.000 usuarios en el primer semestre de funcionamiento) se alcancen los 5 millones de usuarios al acabar este año 2011, según apunta Raquel Marcos en Hablar por hablar, en “ábaco, BBVA, nº 57, otoño 2011). De nuevo América Latina ha sido pionera en un aspecto tecnológico de gran trascendencia. http://en.blaving.com/

Mensajes corto de voz

Se trata, en definitiva, de recuperar algunos de los elementos intrínsecos de la conversación telefónica puesto que blaving se ha diseñado para los smartphones, en la línea de las aportaciones de bubbly y grapevine, pero con la diferencia que la configuración y prestaciones de blaving están diseñadas de acuerdo con los principios de funcionamiento de twitter. El uso de blaving está limitado a dos minutos de grabación (equivalente a 1.600 caracteres escritos), de forma consecuente con la limitación de los mensajes a través de twitter, pero con una evidente mejora cuantitativa.

Perfil del usuario

En su lanzamiento, blaving ha sido utilizado por comunicadores en la esfera política o de los medios de comunicación tradicionales (locutores y presentadores de programas de radio y televisión). Como en otro tipo de aplicaciones en las redes sociales no creo que exista un único perfil de usuario del blaving. En la medida que la tecnología llega a todos los hogares y confines del mundo, el uso de la palabra con la filosofía de twitter estoy convencido que alcanzará a cualquier persona, independientemente de su edad, sexo, situación laboral y profesional, en la medida que satisfaga alguna necesidad de comunicación más cálida y directa. En cualquier caso, se intuye que este instrumento pueda constituirse en poco tiempo en una nueva pieza del marketing.

Claves para comunicar con éxito a través de blaving.

Como en el caso de las redes sociales (de las que ya han salido publicados manuales del buen uso como, por ejemplo, los libros de Anaya Linkedin, de Patrice anne Rutiedge, y Twitter, de Óscar Rodríguez) también existen claves para comunicar con éxito. Para los creadores de blaving conviene tener en cuenta los siguientes elementos con objeto de maximizar las prestaciones de esta utilidad: trabajar el ritmo, entonación, modulación y volumen; conocer a los seguidores, usar mensajes cortos, elegir un lenguaje positivo, aportar valor añadido, recurrir a historias y no descalificar.

No hay excesivas diferencias con algunas de las recomendaciones para que un profesor sepa transmitir conocimientos y motivar a sus alumnos. Quizás esta aportación tecnológica devolverá la autoestima a muchos docentes perdidos en la jungla de la comunicación escrita de tipo telegráfico tan habitual en las redes sociales.

Fairtrade



A Mario.


El comercio justo

Fairtrade es la denominación utilizada para referirse al sistema de certificación de productos, con el sello de comercio justo, operado por Fairtrade Labelling Organizations International. (http://www.fairtrade.net/ y http://www.sellocomerciojusto.org/es/).

“El Comercio Justo es una relación de intercambio comercial, basada en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca una mayor equidad en el comercio internacional. Contribuye al desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de los pequeños productores y trabajadores marginados, especialmente los del Sur. Las Organizaciones de Comercio Justo, apoyadas por los consumidores, están activamente comprometidas en apoyar a los productores, sensibilizar y desarrollar campañas para conseguir cambios en las reglas y prácticas del comercio internacional convencional.”


El movimiento de Comercio Justo persigue un cambio social profundo tratando de demostrar que es posible el intercambio comercial, la generación de negocio y la obtención de beneficios sin exprimir los recursos naturales ni a los productores. Los principios en los que se basa el comercio justo son los siguientes:

Acceso al mercado de los pequeños productores; Relaciones comerciales sostenibles y definidas bajo un principio de distribución equitativa de la riqueza; Fomento de las capacidades de los productores. Sensibilización de los consumidores y de los poderes públicos; Diálogo, transparencia y respeto en las relaciones comerciales.

Se estima que, en la actualidad, hay más de 1,2 millones de productores de Comercio Justo en el mundo, lo que supone una cifra cercana a los 30 millones de personas que directa, o indirectamente, dependen económicamente hablando de esta iniciativa. Bajo el sello de Comercio Justo se genera una actividad comercial que se estima en más de 5.000 millones de euros al año.


Comercio Justo en España

En España, según datos proporcionados por Gonzalo Donaire para el Informe de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ) (El Comercio Justo en España 2010. Crisis, impactos y alternativas. Ed. Icaria, 2011), entre productos certificados y no certificados el volumen de ventas alcanza los 22,5 millones de euros, con aumento sostenido desde el año 2008. Las ventas estimadas hace tan solo una década se cifraban en apenas 7 millones de euros. Estas cifras están todavía muy alejadas del consumo medio de productos de Comercio Justo en la Unión Europea en donde el gasto medio anual es diez veces mayor al gasto en España. Sin embargo, a las ventas realizadas por las importadoras que son entidades asociadas a la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, hay que añadir las realizadas por otros agentes del sector privado, bajo el mismo rubro y certificación Fairtrade. Las ventas del primer grupo han descendido en los últimos tres años, mientras que las de los otros agentes privados han aumentado exponencialmente hasta dar este resultado agregado de aumento anual. En el año 2010, según este mismo informe, las ventas de productos Fairtrade comercializados por la CECJ suponen poco más de la tercera parte de las ventas totales.


Productos comercializados

Los bienes alimenticios, especialmente el café, son los más frecuentes en este tipo de práctica, aunque también hay espacio para las artesanías, textiles y productos relacionados con el deporte (balones de fútbol). Uno de los efectos de la crisis en este tipo de comercio se delata en el incremento observado en las ventas de productos del sector de la alimentación (pasa de representar el 37% del total de ventas en el año 2000 a situarse cerca del 70% apenas diez años después) en detrimento de la importancia cuantitativa de los productos e la artesanía (que representaban el 57% al comienzo de la década para situarse en la actualidad cerca del 25%). Los alimentos que generan mayor volumen de ventas, además del ya mencionado café (que supone el 46,4% del total de ventas en el 2010 entre los productos alimenticios), son el cacao –con el 17,7% del total de este tipo de productos-, azúcar -9,3%-, té e infusiones, galletas y bebidas alcohólicas, entre otros. Por lo que respecta a los productos artesanales, destacan en cuanto al volumen de ventas todo aquello relacionado con la decoración, seguido de complementos y, a mayor distancia, ropa y juguetes.

Los productos de Comercio Justo comercializados en España provienen de 125 organizaciones o grupos productores de 40 países distintos. Los países latinoamericanos son, en número, los que más género aportan al mercado español de Comercio Justo. Hasta 16 países de América Latina contribuyen al mercado de productos con el sello de Comercio Justo, seguidos de Asía, con 11, y África, con 10. Se trata, en la mayoría de casos, de cooperativas y asociaciones, además de algunas fundaciones, sociedades limitadas y agrupaciones de segundo nivel cooperativo.


Distribución

La distribución de los productos de Comercio Justo se hace mayoritariamente a través del comercio minorista. Dos de cada tres euros vendidos tienen lugar en pequeños establecimientos y, en especial, en las tiendas de comercio justo (51% del total), aunque aumenta la tendencia de un mayor protagonismo de las grandes superficies.

Comercio justo y crisis económica

La crisis económica ha golpeado duramente esta esfera de actividad económica y no ha permitido, además, clarificar al consumidor medio determinados conceptos identificadores de lo que hay detrás del Comercio Justo. Para Donaire, en el informe de la CECJ, “supone un error identificar comercio justo con ‘precio justo’ y a éste con un simple ‘sobre precio’ al precio de mercado convencional; ni en la incorrección en la que se incurre al comparar los distintos precios entre bienes con orígenes, condiciones de producción y calidades tan dispares”. Parece, en opinión de los expertos, que el reto consiste en reforzar el concepto de consumo consciente y responsable necesario, mientras que los establecimientos de venta exclusiva de productos de comercio justo deberán insistir en los aspectos de sensibilización, educación en valores y prácticas solidarias.

Los acuerdos cooperativos, muy extendidos en el resto de Europa, deben constituir una tabla de salvación a la distribución de productos de comercio justo. Esto significa la necesaria labor pedagógica de las ventajas de las compras con cuotas periódicas fijas ligadas a las organizaciones del sello de comercio justo, como un mecanismo especial de fidelización del consumidor. Un interesante trabajo sobre la segmentación del consumidor, en relación con sus actitudes frente a la situación de crisis, que puede consultarse en el artículo de Carlos Ballesteros “¿Está en crisis el consumidor español?” en El Comercio Justo en España 2010. Crisis, impactos y alternativas, citado anteriormente, concluye con dos apuntes para impulsar el consumo más responsable y comprometido. El primero de ellos insiste en cambios en el modelo de consumo habitual en los últimos años y que debería encaminarse especialmente con actuaciones sobre el ‘consumidor preocupado’ por la situación económica y social pero acomodado a la vez. Señala la importancia de establecer grupos de consumo colectivo, mejorar las condiciones de atracción de los pequeños comercios de barrio, entre otros. El segundo apunte se refiere a la construcción de un verdadero mercado social que entiende como una nueva red de productores, distribuidores y consumidores, basada en comportamientos responsables, ecológicos y solidarios, en donde tienen su voz tanto las organizaciones formadas por consumidores individuales y colectivos como las administraciones públicas.