Privatizar o no privatizar: esta no es la cuestión

Hace unos días, Daniel Faura -Presidente del Colegio de Censores Jurados de Cuentas de Cataluña, publicó un artículo en el suplemento Dinero de La Vanguardia, del que adjunto una copia escaneada.

El articulista, en un ejercicio pedagógico excelente, pone de manifiesto cuáles son las consideraciones relevantes en la decisión de privatizar algunos servicios públicos o empresas con presencia de las entidades públicas, ya sea en su propiedad o en su gestión: El traspaso de las responsabilidades últimas del servicio traspasado, la responsabilidad financiera derivada, entre otros.

Creo que tachar a las entidades públicas de ineficientes sin más, es una afirmación demasiado tajante sin argumentos sólidos que la sostengan. Deberíamos abogar por un análisis riguroso en cada situación en la que se plantea esta disyuntiva, para lo cual se necesitan datos e informaciones que permitan la toma de decisiones acertadas.

Me remito a una frase del autor hacia el final de su artículo, cuando afirma que "la finalidad última (de la decisión de privatizar, o no) debería ser la promoción del crecimiento económico del país a través de la reestructuración y organización de los servicios, aprovechando la experiencia de los agentes privados". Me permito añadir a esta afirmación lo siguiente: estableciendo la decisión con un objetivo de corto pero también de medio y largo plazo y aprovechando también la experiencia acumulada por gestores en la administración pública.



La inversión española en el exterior: una visión cualitativa de la situación


El Club de Exportadores e Inversores, en colaboración con el Icex e Iberglobal, ha hecho pública una nueva versión del Índice de valoración de la Inversión Española en el Exterior (IVIEE). En ala séptima edición de esta publicación se observa cómo la crisis económica afecta las expectativas y las decisiones de inversión de las empresas españolas. En efecto, la debilidad de la demanda interna hace virar el punto de mira de muchas empresas hacia el exterior. Las empresas con larga tradición exportadora y sólida presencia en el exterior han redoblado esfuerzos para que dichas inversiones les sean más provechosas y, en muchos casos, resuelvan el saldo final del ejercicio contable. Las empresas con menor experiencia exterior han visto en los mercados alejados del país una válvula de escape que, a pesar de los riesgos de la lejanía, una posibilidad real para asegurar el crecimiento y la supervivencia.

El estudio de la valoración de la inversión española en el exterior mantiene, con ligeros cambios, la metodología empleada en las ediciones anteriores. Los datos ahora publicados corresponden a las encuetas realizadas en la primavera del 2011, es decir, antes de que se vislumbrara la situación de recesión en la que está entando nuestra economía. El IVIEE es el agregado de cuatro índices básicos que reflejan, respectivamente, la valoración que las empresas encuestadas hacen de los factores políticos, económicos, jurídicos y de éxito. El peso de cada uno de estos factores en el índice final es, respectivamente, del 25, 30, 25 y 20%. Cada uno de estos factores está, a su vez, compuesto de distintos elementos que los empresarios encuestados valoran en la encuesta. El factor económico, por ejemplo, es la resultante de las valoraciones efectuadas de los aspectos fiscales, la estabilidad macroeconómica, el tipo de cambio, las infraestructuras, el sistema financiero, la estabilidad social, el intervencionismo en los mercados y la apertura al exterior de cada uno de los 23 países seleccionados. El índice básico de los factores de éxito evalúa el coste de los factores de producción, la rentabilidad esperada, el coste de la mano de obra, los costes de los ejecutivos locales y de los expatriados. En la encuesta realizada en el 2011 solamente se han evaluado los factores básicos agregados en lugar de, como venía siendo habitual en encuestas anteriores, todos los aspectos que los componen.

El valor del IVIEE alcanza el valor 5,93 en el año 2011, lo que supone un fuerte aumento en relación al año 2010 en el que el valor de dicho índice fue de 5,74. Los años 2007 y 2008, el valor del índice de referencia fue, respectivamente igual a 5,72 y 5,70. El incremento observado entre 2010 y 2011 se debe, fundamentalmente a la mayor apreciación, por parte de los empresarios consultados, de los aspectos de tipo económico en el exterior. Buena parte de este cambio en la valoración puede atribuirse a la comparación entre la situación doméstica y la que se vive en muchos países del mundo. El índice de valoración de los factores económicos toma el valor 6,17, lo que supone casi medio punto más en relación con el valor que presentaba en el 2010 (5,71). Las diferencias en los valores de los otros tres factores básicos son siempre positivas, en relación con el 2010, aunque de menor magnitud: el índice representativo de la valoración de los factores políticos pasa de 5,83, en el 2010, a 5,92, en el 2011; el de valoración de los factores jurídicos de 5,61 a 5,64 y, finalmente, el de los factores de éxito aumenta 0,22 puntos al pasar de 5,80 a 6,02.

Resulta interesante también evaluar la distribución geográfica de las valoraciones de los empresarios encuestados. Hay 13 países que, en opinión de los empresarios encuestados, muestran un mayor atractivo para la inversión en el 2011 en relación con el año anterior. Se trata, por orden de Mayor a menor valoración en la escala utilizada, de Canadá, Estados Unidos, Chile, Brasil, Turquía, Rusia, Colombia, Perú, la Unión Europea (que en el estudio se evalúa como un todo), India, China, Indonesia y Malasia. Destaca en este panorama la presencia de un bloque de 3 países latinoamericanos, junto a las grandes potencias del continente americano, los países BRIC (entre los que aparece Brasil) y los países del sudeste asiático y Turquía.

Las dificultades para obtener vías de financiación, como las que hubo en el pasado más reciente, provocarán dos efectos que incidirán en las decisiones de inversión de las empresas españolas, así como de las de muchos países de la órbita europea, en favor de los países emergentes, con un resultado que apunta hacia una limitación a su presencia exterior. Se trata, en primer lugar, del apalancamiento de las operaciones exteriores. En el informe al que hacemos referencia se destaca que “una de las características específicas del proceso de internacionalización a través de la inversión en el exterior de las empresas españolas es que éste se ha apoyado en un alto grado de apalancamiento, esto es, de financiación de dichos procesos mediante el recurso a la deuda”. Las dificultades para obtener vías de financiación, como las que hubo en el pasado más reciente, provocarán seguramente una limitación a la presencia exterior de las empresas españolas, así como de las de muchos países de la órbita europea., a favor de los países emergentes. En segundo lugar, es probable que se reduzcan las necesidades de asegurar la independencia de las empresas. En este sentido, otro aspecto que destacan los autores del informe es que “parte de los flujos de la inversión española en el exterior se han fundamentado en estrategias de ganancia de tamaño de las empresas, desarrolladas en el marco de movimientos de defensa contra adquisiciones (takeover) por parte de otras empresas”.

Chile y Brasil, entre los países latinoamericanos, son los mejor valorados por las empresas que han participado en el estudio, situándose de forma consolidada entre los países preferidos por los inversores españoles. Perú avanza posiciones en el ranking de países de forma decidida y lo mismo que sucede con Colombia. Los factores económicos constituyen el argumento más bien valorado en dichos países y es la fuente de su mejoría en la tabla de preferencias de los inversores. Venezuela, Bolivia y Argentina, por el contrario se colocan en el grupo de los países con peores puntuaciones.

El informe completo, así como una presentación gráfica del mismo puede consultarse en http://www.clubexportadores.org/. En dicho lugar se puede acceder a la información con el detalle de las valoraciones para cada uno de los 23 países seleccionados en la muestra. Para cada uno de los cuatro factores, político, económico, jurídico y de éxito, los resultados permiten efectuar un doble tipo de análisis, uno de tipo transversal, es decir país a país, y otro de naturaleza dinámica, al comparar los valores de los índices básicos y del agregado (IVIEE) para un mismo país a lo largo del tiempo.