Empresas españolas entre Asia y América Latina


EMPRESAS ESPAÑOLAS ENTRE ASIA Y AMÉRICA LATINA

Acaba de salir publicado el libro con los resultados del estudio acerca de “El papel de España en los lazos económicos entre Asia y Lationamérica”. El trabajo, impulsado por Casa Asia (www.casaasia.es) ha sido dirigido por la profesora Lourdes Casanovas, del departamento de Estrategia del INSEAD. Casanovas es colaboradora en el Máster en Negocios Internacionales con Especialización con América Latina, Asia y Europa de la Barcelona School of Management (http://www.barcelonaschoolofmanagement.upf.edu/master-universitario-en-negocios-internacionales-international-business/presentacion) de la Universitat Pompeu Fabra (www.upf.edu) de Barcelona, ha contado con el apoyo y colaboración de investigadores del Observatorio de las Relaciones con América LatinaOrla- (www.orla.upf.edu) de la UPF.

Los cambios en el nuevo orden global así como las relaciones comerciales y de flujos de inversión directa entre Asia y América Latina se analizan en el primer capítulo del estudio en el que se destaca la creciente importancia de ambos aspectos, así como también del refuerzo de los acuerdos comerciales entre países de ambos continentes. China, por el lado asiático, y la terna formada por Brasil, Chile y Perú constituyen los casos destacados. Queda por demostrar de manera contundente si el creciente volumen de las inversiones chinas en la región latinoamericana aporta un beneficio neto, y si la desindustrialización, que inquieta especialmente en Brasil, y la creciente dependencia de las exportaciones de materias primas no pueden convertirse en un serio revés en el medio plazo.

El segundo capítulo del estudio se centra en la revisión de una selección de casos de empresa y que tiene por objeto realizar una reflexión documentada sobre el papel ejercido por España como “puente” entre Asia y América Latina. Las empresas estudiadas pertenecen a tres grupos diferentes según que, respectivamente, se trate de empresas españolas –multinacionales, o no; grandes y también algunas pequeñas empresas- (Alfa Hogar, BBVA, Farmaegara, Ficosa, Garrigues, Torres, Port de Barcelona, Repsol y Telefónica), una empresa asiática (Singapore Airlines) y otra latinoamericana (CEMEX). En el estudio de los casos se constata que, de una forma u otra, las empresas han constituido algún tipo de alianza de tipo triangular (o a tres bandas), de tal manera que una de las empresas participantes en el proyecto ha tomado la función de puente para favorecer las relaciones entres las empresas de los otros dos continentes.

En un estudio previo, Soler (2007) identificaba cinco tipos de triangularización: los de tipo cultural, comercial, fiscal, logístico y empresarial, concluyendo de la revisión de algunos casos referidos a la década anterior, que las empresas españolas han participado fundamentalmente como puentes empresariales y logísticos. En el estudio de Casanovas y otros, los puentes identificados se definen como de tipo comercial apoyados en acuerdos empresariales, de tipo financiero, logístico, de transferencia de conocimiento y empresariales. Los objetivos de cada uno de estos tipos de puentes difieren puesto que atienden a argumentos basados en elementos de costes y eficiencia (en el caso de los puentes de tipos comercial y logístico), el descubrimiento, conocimiento y acompañamiento en nuevos mercados (en los puentes comerciales, empresariales y de transferencia de conocimiento), de búsqueda de formas de acceso a capital y recursos naturales (en el puente de tipo financiero) y de generación de ingresos (en los puentes financieros, empresariales y de conocimiento).

Resulta interesante destacar que, entre las fórmulas de los puentes comerciales con apoyo empresarial, se identifican operaciones que implican tanto la integración vertical de funciones (Telefónica con Huei y ZTE; Farmaegara con proveedores de India y China o, por otro lado, Torres con cooperativas en el continente americano) como, en otros casos, su distribución horizontal, como sucede en el caso de BBVA y CTIC. También se identifican, por los autores del trabajo, acuerdos en los que la cadena de valor va en el sentido de abajo hacia arriba (Ficosa con empresas del sector del automóvil en Japón), como a la inversa. Entre los acuerdos financieros se señalan algunos en los que hubo adquisición de empresas (REPSOL-YPF y SINOPEC) como otros en los que el acuerdo es de cooperación empresarial (BBVA y JBIC y entre BBBVA y China Development Bank).

Los puentes de tipo logístico implican, a su vez, acuerdos con instituciones públicas de tipo municipal, regional o nacional, que dan su apoyo a las iniciativas privadas. Este es el caso del Port de Barcelona y de las propuestas estratégicas de Singapore Airlines. En ambos casos, además, la existencia de referentes logísticos ayuda el refuerzo y consolidación de las marcas geográficas y, especialmente, la marca ciudad como sucede en el caso de la ciudad de Barcelona.  La labor estratégica de Barcelona, que arranca con fuerza después de la organización de los JJOO de 1992, la consolida como un referente en el mundo del deporte, a lo que se añaden luego algunos hitos en manifestaciones feriales relacionadas con el sector de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.

Además, la ciudad aspira a albergar la sede corporativa de algunas empresas latinomericanas (Santiso, 2010),  reforzar su apuesta en determinados ámbitos del conocimiento (a través de los parques tecnológicos y de investigación, entre los que debe señalarse también –a pesar de que no se cita en el estudio- el Parc de Recerca Biomédica de Barcelona (PRBB) (impulsado por la Generalitat de Catalunya, Ajuntament de Barcelona y la Universitat Pompeu Fabra: www.prbb.org), además del Parc de Recerca de la UB y Esade-Creapolis; el turismo, las energías renovables, las infraestructuras y los intercambios de personas en el ámbito del conocimiento. En este apartado, entre otros, se menciona la existencia del Máster en Negocios Internacionales con Especialización con América Latina, Asia y Europa de la Barcelona School of Management de la UPF, con una trayectoria de más de 15 años de experiencia por el que han pasado más de 500 profesionales de casi una veintena de países diferentes de procedencia europea, latinoamericana y asiática.

El estudio concluye con un capítulo final de recomendaciones y un apartado de tipo legal y fiscal. Entre las recomendaciones derivadas del estudio destacamos las siguientes: la experiencia de las empresas españolas que han operado recientemente en América Latina debe servirles para operar con mayores garantías de éxito en el continente asiático; el acceso a los mercados debe considerarse por parte de las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, un argumento en su afán de internacionalización de una importancia similar a las ventajas en costes; los avances en innovación en la producción de muchas empresas asiáticas es una oportunidad para las empresas que, luego, lo pueden explotar en sus relaciones comerciales con los países latinoamericanos; también es interesante el conjunto de oportunidades que surgen en el sector de los servicios y en el acceso a los recursos financieros; el sector público ofrece un panorama no menos alentador para este juego triangular de las empresas españolas, puesto que tanto en el ámbito del movimiento de personas (ya sea como turistas o como capital humano cualificado), de la atracción logística y como hub de comunicaciones y de conocimiento, merece la pena explotar las posibilidades de la ciudad de Barcelona como centro de atracción en diversos ámbitos y sectores.


La situación económica y financiera del fútbol profesional

La situación económica y financiera del fútbol profesional

Los analistas coincidieron en su momento en señalar que el modelo del deporte profesional, y del fútbol en particular, había cambiado con la llegada de la televisión y otras nuevas tecnologías que facilitan la comunicación y la información. Una simple ojeada a la estructura de los ingresos de los clubes más destacados en el panorama internacional nos proporciona la pista inequívoca de estos cambios. El porcentaje de los ingresos que proviene de las taquillas y otros usos de las instalaciones donde se realiza la práctica deportiva ha perdido peso en el volumen de facturación de los clubes a lo largo de las dos últimas décadas. Las partidas correspondientes a los ingresos por patrocinio y derechos de televisión has ganado terreno en detrimento de los ingresos derivados del espectáculo en directo.

El panorama por el que atraviesan las economías de la mayoría de los países occidentales ha modificado sustancialmente las posibilidades de apoyo por parte de los patrocinadores de la mayor parte de los clubes de fútbol en Europa, lo que se ha puesto de relieve de manera muy acentuada en la Liga BBVA en los dos últimos ejercicios. La fuente de los ingresos por el patrocinio se ha ido secando de forma acentuada y, en la actualidad, son minoría los clubes que gozan todavía de sustanciosos aportes de las empresas patrocinadoras, descontado el efecto de los suministradores de ropa y calzado deportivo. Este, entre otros factores, hace que saldar las cuentas de manera financieramente saludable sea una tarea al alcance de unos pocos. Las deudas de los clubes españoles a la Agencia Tributaria española alcanzan la cifra de los 752 millones de euros (490 entre los 20 equipos de la Liga BBVA, 184 millones de los 22 de la Liga Adelante y 78 millones entre el resto de equipos profesionales), según estimaciones del gobierno, amén de otros 10 millones de deudas pendientes con la seguridad social y una cifra difícil de estimar de deuda con empresas y entidades públicas. La cifra de la deuda, además, ha crecido en los últimos cuatro años cerca de 150 millones de euros. La sostenibilidad del negocio del fútbol profesional queda en entredicho y abre un panorama de dudosa supervivencia en las condiciones actuales y en la aparente abundancia en la que los clubes han vivido en los últimos años.

Sin embargo, el negocio del fútbol nos sorprende con oportunidades diferentes, lo que es un síntoma de vigencia de su atractivo para los agentes económicos. Los fondos de inversión en deportistas de élite no constituyen una aportación novedosa por mucho que ahora parece que es la moda que llega al panorama futbolístico internacional. La venta de los derechos económicos de muchos jugadores del continente americano, y especialmente de los países del cono sur –Argentina, Brasil, Uruguay y, en menor medida, Chile- es un negocio que pervive desde hace ya algún tiempo. Las entidades que regulan el fútbol internacional como, por ejemplo, la UEFA, ve con recelo la aparición en Europa de estos nuevos operadores que aspiran a ofrecer suculentas rentabilidades a los inversores. Los fondos de inversión van proliferando como flores en primavera atrayendo en interés de inversores, que ven como los rendimientos en los mercados de capitales no alcanzan las promesas derivadas de colocar dinero en este peculiar tipo de activos, los derechos de los jugadores, y además les sitúa en un lugar privilegiado de la información relativa de los traspasos (que supone, por otro lado, un intangible con un cierto reconocimiento social en determinadas esferas de la sociedad).

Los intereses de los reguladores, de las ligas profesionales, de los clubes, de los representantes de los jugadores, de los propios deportistas, de los inversores en este tipo de fondos y de entidades financieras, compiten entre sí. Se trata de un tipo de competición desigual: la FIFA y la UEFA aspiran a defender los deseos de los clubes en el sentido de otorgarles una posición predominante en la toma de la decisión final acerca de la continuidad de un jugador en su plantilla o en las adquisiciones. Algunas ligas, como la Premier League, prohíben la existencia de estos fondos, mientras que en otros países, como es el caso de España y Portugal, empiezan a ser habituales y se arropan en oficinas gestoras de reconocidas entidades financieras. Los representantes opinan de forma diversa, según les ha ido la película con sus primeras experiencias, mientras que los jugadores, especialmente los que comienzan sus carreras profesionales, quedan fácilmente deslumbrados por las condiciones especiales de sus contratos en el corto plazo.

Junto a las posibilidades que ofrece la presencia de las marcas de los clubes y de los deportistas en las redes sociales, estas dos fuentes de generación de beneficios constituyen los dos elementos que, en mi opinión, pueden alterar de manera más importante la relativa estabilidad de los tres ingredientes de los ingresos de los clubes de fútbol en Europa desde la consolidación de la presencia de la televisión en los estadios.