La cumbre infinita: una invitación a la reflexión

La cumbre infinita (www.lacumbreinfinita.com) es una bella metáfora acerca del emprendimiento. Ser emprendedor, como dicen Valen Giró y Carlos Trenchs –los autores- no es una profesión. Se trata de un estilo de vida. La doble visión de dos historias independientes (el ascenso al KS por la Magic Line) y la experiencia en Privalia y otras star up, encuentran una razón de ser común en este libro de lectura recomendada para emprendedores, deportistas y cualquier persona que sepa ilusionarse con sus proyectos.

De la lectura del libro destaco algunos pasajes para la reflexión. Valen Giró señala que todo proyecto se inicia a partir de una visión compartida, un encuentro en el que se una confluencia de circunstancias, capacidades y actitudes. El enfoque empresarial de los recursos y capacidades tiene que ver con esta manera de contemplar el proyecto de la ascensión al K2. La idea inicial exige un líder que, además de creer en la viabilidad del proyecto, sea capaz de ilusionar a los demás y de rodearse de los compañeros de viaje más adecuados. Valen y Carlos entienden la aventura empresarial como un proceso, en donde las distintas piezas deben estar perfectamente ensambladas en el conjunto de actividades y tareas encomendadas. Cada uno de los integrantes del equipo aporta un valor que no necesariamente es el mismo pero sin cuya labor el resultado final difícilmente alcanzará el objetivo propuesto.

La definición de la visión de la empresa es importante, así como la pasión para convencer a los demás componentes del equipo. Desde mi punto de vista es conveniente añadir que esta pasión y forma de compartir el proyecto resulta indispensable para afrontar la difícil tarea de captación de los recursos necesarios para llevarla a cabo.

La influencia del entorno también se apunta como uno de los elementos condicionantes de lo que sucede en la travesía (la de la montaña y la de la empresa de venta de prendas de moda por la red). Esta situación del entorno resulta cada vez más cambiante, sobre todo en estos momentos en donde el equilibrio entre las fuerzas económicas en el mundo se ha desplazado claramente hacia los países BRIC y, en segundo lugar, por el tremendo impacto de las nuevas tecnologías de la información y la colaboración (además de la comunicación).

Carlos Trenchs señala la importancia de la consideración del riesgo. Los trazos magistrales de un nuevo proyecto son el presupuesto inicial. La realidad nos obliga a ir aprendiendo de los éxitos parciales y, sobre todo, de los fracasos. La situación de incertidumbre (cuyos efectos debemos tratar de minimizar) es permanente. EL control de gestión presupuestaria, tanto en lo que se refiere a los ingresos como a los gastos incurridos, acaba siendo una pieza esencial para seguir el proceso, evaluar y actuar en consecuencia para tratar de mejorar en la jornada siguiente.

La presencia de Valen y Carlos en la inauguración del Máster en Dirección y Gestión del Deporte (http://www.idec.upf.edu/master-en-direccion-y-gestion-del-deporte) y en el Máster en Negocios Internacionales con Especialización en América Latina, Europa y Asia (http://www.idec.upf.edu/master-en-negocios-internacionales-international-business-especializacion-en-america-latina-europa-y-asia) fue seguida con atención máxima y suscitó al final un muy interesante debate entre los asistentes.

“La montaña y la empresa son, en suma, dos mundos que invitan a la reflexión acerca del significado de las palabras éxito y fracaso: la fragilidad del primero y el sentido del segundo, la delgada línea que hay entre ambos cuando hablamos de proyectos con un tan alto nivel de exigencia y de riesgo”, concluyen los autores al final del libro. Tomé esta invitación y sigo alimentándome de las reflexiones.